Almagro,la OEA y Venezuela

Con la votación a favor de buscarle solución a la crisis política de Venezuela a través de los diálogos iniciados entre la oposición y el gobierno venezolano, y que están fungiendo como garantes a la viabilidad los ex presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de Panamá Martín Torrijo y de República Dominicana Leonel Fernandez; con ello se tomó esa iniciativa en el seno del Consejo Permanente de la OEA para que sirva como válvula de expresión política entre los dos sectores en pugna en la hermana República Bolivariana de Venezuela.

La asamblea de la OEA valido esa iniciativa de los ex presidentes y dejó a un lado el documento de Almagro que recogía las propuestas de la oposición y que procuraba someter a Venezuela  a la aplicación de la ¨Carta Democrática Interamericana¨ y con esa acción se estaria allanando el camino para la destitución del presidente Nicolás Maduro Moros. Con el espaldarazo que le dio la OEA a Venezuela  se está desmontando toda una estrategia de manufactura imperial, que busca restablecer el sistema neoliberal y por consiguiente adueñarse de las grandes riquezas de la región.  Claro sobre el caso de Venezuela aun estaria por verse lo que al final pasara , ya que la oposición

venezolana tiene como punto principal de su agenda el derrocamiento de Maduro. Según muchos analistas y donde nos inscribimos nosotros, la OEA esta vez supo ponerse a la altura de las circunstancias, desestimando la pretensión del Secretario General de la institución, el uruguayo Luis Almagro, quien trato de aplicar la ¨Carta Democrática¨al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela sin que efectivamente hubiera un motivo de fondo para tal acción, lo que quedó demostrado con ello de que había una predisposición y que Almagro actuaba con cierta inquina en contra del gobierno de Maduro.

 Creemos que  los sectores que habían elaborado esa estrategia de llevar el caso de Venezuela al seno de la OEA para que desde allí se implementara la sanción en contra del gobierno venezolano, herraron en la formulación de la misma y en su ejecutoria, ya que lejos de Venezuela haber salido debilitada y desmoralizada de ese organismo regional, se puede casi decir que salió gananciosa y fortalecida, lo que sin lugar a duda pondría a esos sectores a repensar su agenda y a buscar nuevos actores, ya que como en el caso de Almagro, este se vería

casi por obligación a renunciar.

Se nota una gran torpeza y un gran nivel de desesperación entre los sectores que desde Washington están empujando la agenda de Estados Unidos en aras de recuperar el espacio que en los últimos años ellos han perdido en nuestra región latinoamericana. Solo en Argentina se puede decir que los Estados Unidos pudieron imponer su agenda a través de la elección de Mauricio Macri a la presidencia de Argentina.
En Brasil se produjo un rompimiento del orden constitucional con el proceso de impeachment al que fue sometida la presidenta legítima del gigante sudamericano, Dilma Rousseff.  Con todo este proceso no se busca sino crear un clima de inestabilidad en nuestra región, se pretende seguir el mismo patrón que se ha implementado en otras partes del mundo, donde el caos es el modus vivendis de esos países.

En lo que a Venezuela respecta han de estar preparadas las autoridades venezolanas para continuar resistiendo, para seguir desmontando matrices de opinión que desde los grandes laboratorios de las cadenas mediáticas de la metrópolis se seguirán impulsando con tal de demonizar al presidente Maduro y a los más altos funcionarios del gobierno venezolano.