domingo, 22 de mayo de 2016

El capitalismo envuelto en su peor crisis

La primera y gran sacudida que sufriera el capitalismo se produjo en 1929, bajo lo que el mundo conoció como la ¨Gran Depresión¨ y a partir de ahí se han suscitados varios conatos de crisis, como en 1975 donde el petróleo experimentó un desplome, que puso en jaque el desempeño de las grandes economías del mundo desarrollado.
Otra de las crisis más severas que ha padecido el capitalismo fue la que se produjera en el 2008, con el derrumbe del sistema financiero de Estados Unidos y arrastrado por la crisis en el sector inmobiliario.
Es decir el sistema capitalista desde su nacimiento, no ha hecho sino que reproducirse en medio de repetidas crisis cíclicas. Pero lo malo del caso es que pese a su ineficacia como sistema, sus gestores nunca han reconocido de sus limitaciones para cubrir cuestiones básicas y que son inherentes al desarrollo humano; como es por ejemplo garantizar empleo para cada individuo.
Pero es precisamente ahora cuando el capitalismo está padeciendo su peor crisis, y ello conlleva toda una gran arremetida contra los derechos y conquistas del mundo trabajador y de todas las corrientes progresistas que aspiran a un mundo mejor.
Ya lo hemos visto en España con la aprobación de leyes que buscan mayor tasa de rentabilidad a los capitalistas, claro está, sólo a expensas de la clase trabajadora.

     España tiene desde hace un tiempo ya, una condición especial donde los actuales gobernantes no han podido dar pié con bola, y los niveles de desempleo son verdaderamente alarmantes, y lo peor es que no se vislumbran soluciones a corto plazo. Al contrario, desde 1909 España no se veía bajo una situación de crisis crónica como la que está viviendo ahora; donde la deuda pública supera en más de un cien por ciento el Producto Interno Bruto español. De ahí es que se explica la gran crisis política que vive España, creándose un vacío inmenso, donde hasta el Rey ha tenido que interceder con tal de calmar la situación, que aún a estas horas, España no ha podido elegir a sus autoridades. Y como chiste de mal gusto está la reacción del Jefe del gobierno español,   Mariano Rajoy, frente a la crisis venezolana. A el quemandosele el rancho allá en España, mientras pide la cabeza del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, cosa tan irónica, no le parece.
   Es tan grave y patética la crisi del modelo capitalista, que hasta la que otrora fuera cuna de los derechos y las más sagradas conquistas de la humanidad, Francia, está hoy inmersa en un funesto proceso de degradación y recortes de derechos y conquistas de los trabajadores franceses. Ello explica el nivel de resistencia de los jóvenes a la ley promulgada por el presidente francés Francois Hollande. Con esta ley se pretende llevar la jornada laboral de las 35 horas a la semana que es lo actual, hasta las 46 horas semanal; situación que ha provocado la oleada de protestas en el país galo. Pero con dicha ley también se pretende flexibilizar la responsabilidad de las empresas, hasta el punto que se le da la facultad de despedir empleados si sus activos disminuyen en un momento dado, y también se reduce el pago en las horas extras. Toda esta reforma retrógrada en el plano laboral se ha dado producto de la gravísima crisis que está viviendo el capitalismo y para solventarlo ha sido necesario afectar a los sectores más bajos y vulnerables. Claro que como se conoce en sociología, ¨toda acción produce una reacción¨ de ahí la reacción de los sectores populares en Francia, en no quedarse de brazos cruzados y emprender un programa de lucha, que ha conllevado la paralización
de ciudades tan importantes como Marsella, Le Mans y Nantes. Se observa una reestructuración en el plano económico-político de todo el andamiaje capitalista. Usted lo ve en la ampliación de la OTAN, el brazo armado del imperialismo, lo observa en los golpes blandos que se han venido aplicando a los gobiernos progresistas de América Latina. Pero también se observa en las acciones agresivas que buscan revertir el desastre originado por las intervenciones de Estados Unidos en el Medio Oriente.

  Es indudable que a los gestores del capitalismo le sobra ingenio y sagacidad para salirse con la suya y máxime cuando se cuenta con toda la estructura mediática que tienen en sus manos, pero lo que tampoco se puede dudar es la capacidad de resistencia y movilización que tienen los pueblos. Ya se ha visto y así ha quedado demostrado, que los dueños del capital cuando tienen problemas por su incapacidad y hasta por los fraudes que ellos mismos cometen, se toman la clase obrera como chivo expiatorio para sacarle de su sudor las plusvalías y el exceso de ganancias.!!! Ya basta de tanta iniquidad y explotación!!!







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