La oposición política turca ha acusado al hijo mayor de Erdogan, de hacer negocios de manera abierta y directa con los terroristas del Estado Islámico, comprandole todo el petróleo extraído de forma ilegal de Siria. Incluso la inteligencia rusa pudo mostrar videos donde se observaba a los hijos de Erdogan haciendo transacciones económicas y comerciales con los jefes del temido grupo terrorista. Estas informaciones también las tienen los servicios de inteligencia de Estados Unidos. No hay duda de que esto ha provocado algún tipo de malestar dentro de los órganos castrenses turcos, y que altos militares se sienten incómodos ante la avaricia y la ambición
El señor Erdogan se ha erigido como en especie de faraón donde no se mueve la hoja de un árbol sin el pleno consentimiento de el.
Es un individuo totalmente inescrupuloso cuando de acumular fortuna y poder se trata; y eso ha traído como consecuencia que tanto dentro de los institutos castrenses como dentro de los mismos estamentos de poder, pues se haya granjeado la antipatía de algunos núcleos no menos importantes políticamente hablando.
Pero si bien es cierto que Erdogan tiene muchos enemigos internos, no menos cierto es que cuenta con todo el apoyo de Washington. Tanto es así, que el propio Erdogan se dio el lujo de haber derribado el avión ruso Su-23 hace ya un tiempo y que en ese momento estaba sirviendo como quinta columna de la Otan para provocar a Rusia.
Tenemos que destacar, que si bien es cierto que Erdogan pudo neutralizar y abortar el intento de golpe, ello no es garantía de que pueda sobrevivir mucho tiempo sin que se produzcan grandes acontecimientos en Turquía. La oposición política interna lo sabe y ya se pronunció prometiendo aplicar manos duras contra aquellos militares que se atrevieron a sublevarse en su contra. El tendrá que librar duras batallas en el plano interno y tendrá que definirse si está directamente apoyando al Estado Islámico o no. Igual que tendra que hacerle frente militarmente hablando a los curdos que se ubican al norte de Turquía. En fin el futuro político de Erdogan no lo puede asegurar ni si quiera todo el apoyo que siempre le ha brindado Estados Unidos como uno de sus hijos mas mimado.
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