jueves, 13 de julio de 2017

Que tan proximo estamos de la Tercera Guerra Mundial?

                         Nos acercamos a la gran catástrofe?

Empecemos suponiendo que el mundo tiene un gran cerebro (cosa cierta esta) y que el mismo se ha visto casi al borde del colapso en dos oportunidades en tan solo dos décadas (1987 2008),son dos grandes aneurismas padecidos en tan solo 20 años y que han dañado severamente el funcionamiento del cerebro de ese sistema que conocemos como capitalismo;con esos dos grandes sacudones a las neuronas del cerebro de ese gran animal que acabamos de nombrar, mas que necesario se hace el recurrir a la reparación y saneamiento inmediato del viejo mal; y para ello recurrimos aquella vieja máxima que dice que "a grandes males mayores soluciones".


De ahí que quien representa genuinamente el sistema tenga que tratar de a como dé lugar buscarle una solución al ya crónico mal que se esta haciendo endémico y que si no se actúa pronto el paciente se nos puede morir en nuestros propios brazos. Y para ir poniendo en contexto a nuestros lectores iremos pasando de las metáforas que sirven como ornamentos a una sintaxis, a la simple narrativa periodística y nos ha de conducir al análisis objetivo de la realidad actual que nos proponemos ir desmenuzando.Ya avanzaba mediados de los 80s la idea de que un "Nuevo Orden Mundial" se aproximaba porque todos los cañones mediáticos,propagandísticos y logísticos estaban dirigidos hacia la Europa del Este que nos fastidiaba la vida haciéndonos competencia en la esfera internacional y que habían ganado demasiado terreno creando en cada país del globo terráqueo un maldito conglomerado humano que hacian llamar "Partido Comunista"y que ya se nos habían instalado a tan solo 90 millas de nuestras narices. 
La euforia triunfalista tuvo su máxima expresión a raiz del derribo del muro de Berlín, y se pensó que ya no podía ser mas afectado el sistema y que otro desplome en las bolsas desde New York hasta Hong Kong ya no sería posible; por eso era necesario acudir rápido hacia la conquista de Oriente Medio y que había que arrasar con todo aquello que pudiera servir de obstaculo en esos planes imperiales; y se había pensado en la necesidad de meterle mano a Saddam Hussein en irak, que ya nos estaba mostrando ciertos signos de arrogancia y esa era la excusa perfecta para dejar caer en Irak algunos blindados de los denominados Hummer que recién se habían construidos y que se necesitaba su prueba para ver qué tan eficientes eran sobre el terreno.
Pero los azares de la vida no acompañaron positivamente las intenciones que sobre la reestructuración del sistema se habían venido dando.
Los altibajos coyunturales del sistema capitalista jamás pusieron a pensar a sus gestores, de que la crisis vendría en serio y que ya se aproximaba el comienzo de una depresión mundial que traía ribetes deflacionarios que perdurarán hasta el dia de hoy.
Ya no solo había incidido el primer aneurisma que se produjo en 1987 y que afectó terriblemente la salud del sistema, si no que unos 21 años después se  produciría el gran infarto que puso en aprieto la vida de todo el sistema cuando varias burbujas de esas que se crean de manera artificial explotaron. Hubo que salir al rescate del sector inmobiliario, pero también el tsunami logró arrastrar al sistema financiero que estaba adherido como hiedra y que no se podia dejar que sucombiera por completo; lo malo es que para salir al rescate de esos sectores hubo que hacerlo a expensa de la clase trabajadora y de los sectores mas depauperados.


 Los grandes gestores del gran capital saben que el sistema esta enfermo y que viene dando tumbo sin encontrar rumbo fijo, de ahí que surja de forma desesperada la extracción de petróleo a gran escala bajo fórmulas no convencionales como es la explotación de esquistos; se sacrifican países como es el caso de Grecia, se someten a los pueblos de economías inferiores a grandes sacrificios, como son los casos  de España y Portugal, donde el desempleo alcanzó límites nunca antes visto; se agudiza el nivel de explotación de la mano de obra aprovechando los excedentes que la propia crisis genera, se producen invasiones a países con el único propósito de apoderarse de los recursos naturales de los mismos, casos: Libia, Siria e Irak entre otros. Ya recurrido todos esos métodos sin ver los resultados apropiados que puedan darle fortaleza al sistema, se habrá de recurrir al último recurso, el de la guerra; que no es mas que la continuación de la política por otros medios como lo han definido algunos teóricos y tratadistas.


 
 Apelandose al último recurso que es el de la guerra se toman varios factores en cuenta y que por lo menos nos han servidos hasta el momento como único muro de contención de la misma, y es el factor nuclear el fundamental, porque ha hecho que las potencias en conflicto tengan que pensarlo dos veces antes de tomar la iniciativa de apretar el boton; Estados Unidos en su afán de insuflar cierto oxígeno a su economía, ha propiciado enfrentamientos bélicos regionales, aunque con el claro propósito que los mismos alcancen dimensiones mayores, que afecten los intereses de sus contrarios, ejemplo: Ucrania que pretende involucrar a Rusia en el mismo. Algunas naciones que se han visto amenazadas por el filo del sable imperial tomaron la determinación de hacerse de armas nucleares como recurso de disuasión, es decir que ante la posibilidad de sentirme amenazado yo tomo la determinación de construirme algunas bombas y cabezas nucleares por si tu tomas la decisión de invadirme o exterminarme, ese es el caso de Corea del norte que ante la amenaza de una invasión por parte de Estados Unidos para acabar con el régimen comunista, decidió proveerse de un sistema de armamentos nucleares capaz de alcanzar objetivos de Estados Unidos. Visto desde ese punto de vista parecería legítimo el que Corea del norte se proveyera de esos mortíferos armamentos, aunque para decir verdad lo ideal fuera que estas armas de destrucción masiva no existieran, ni por parte de Corea del norte, ni de Estados Unidos, ni de Israel ni nadie.Pero una cosa son los deseos y otra muy distinta es lo que determina la realidad. Hemos visto en los últimos tiempos a ciertos analistas prediciendo y casi augurando la detonación de una guerra a gran escala; nosotros sin embargo no vislumbramos que un conflicto de ese nivel pueda estallar, dado a las consideraciones que en otras oportunidades hemos externado y que tambien en este articulo hemos subrayado, el factor nuclear es lo que impide que se produzca una situación de esa naturaleza por las implicaciones que de orden de supervivencia tendría; no es la verdad que a los rockefeller ni a los rothschild ni a ninguna de esas familias que ostentan apellido cuyos rasgos de sonoridad se constituyen en lazos que sostienen la estabilidad y la propia sobrevivencia de la especie humana, le convendría una conflagración nuclear porque ellos mismo y todos sus intereses no estarian exentos de desaparecer.



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