miércoles, 16 de agosto de 2017

La crisis del sistema

                   Porque son necesarios los cañones?

La crisis económica del 2008 fue solo un aviso que sirvió para advertir cuán delicada es la situación del sistema capitalista. Nadie se atreve a dudar sobre la existencia y permanencia de la crisis, aunque muchos no logran suponer en qué magnitud se presenta.
Lo cierto es que los estrategas del sistema estan conscientes del estado de gravedad de la situación y no hayan que hacer para solventarla.
Estados Unidos se "jala" los moños al pensar que ha sido desplazado de la supremacía de los mercados por China y aunque lo asume como su principal enemigo, no se atreve a enfrentarlo cara a cara a sabiendas que está en desventaja absoluta con el gigante asiático. 
No en balde China posee la mayor cantidad de bonos del tesoro, incrementándose en mayo pasado a  10000 millones de dólares para con ellos totalizar la cifra de 1,1022 billones de dólares, lo que equivale a decir que los chinos tienen agarrado por el bigote al imperio mas grande que haya conocido la humanidad; de ahí que la gran nación del norte no encuentre  qué hacer con su economía y con su sistema.
Las grandes corporaciones lanzan su grito al cielo porque sus ganancias siguen disminuyendo vertiginosamente y las acciones de las mismas continúan en picada.
Hay un ejemplo que nos ayuda a entender de lo que estamos hablando y es que la compañía suiza y la mas grande del mundo en el procesamiento de alimentos, Nestlé acaba de anunciar que suspendio su meta de crecimiento anual en ventas al menos durante los próximos tres años y argumentan que todo el daño se debe al inadvertido proceso de deflación de los mercados.
  Pese a que la encargada de la Reserva Federal la señora Janet Yellen, se presentó ante el congreso estadounidense diciendo que la cosa marcha bien en lo que concierne a la marcha de la economía, algunos congresistas se mostraron preocupados ante la gran acumulacion de bonos federales que se produjo durante el periodo de crisis en el 2008.
Y es que motivos hay para sentirse preocupados por lo revelador que resulta el plan de los grandes motores mundiales de bienes de consumo que han visto reducir sus ganancias y se han visto obligados a reducir sus costos y operaciones, caso específico del gigante Procter & gamble.
El presidente de Nestlé el señor Mark Schneider anunció hace poco la suspensión de la meta de aumento orgánico de ventas, que no incluye fluctuaciones cambiarias, adquisiciones y desinversiones, de entre un 5 y 6 % al año.
Este panorama tan desalentador es lo que esta llevando a los estrategas del pentágono a la contemplación de poner en marcha un plan de guerras y a diseminar por los cuatro puntos cardinales todo su poderío militar, porque de alguna manera habrá que salirse de la crisis económica que le afecta.
No podemos dejarnos llevar por la simple ingenuidad de creer que la retórica belicista del presidente Donald Trump esta basada en simples payasadas politiqueras, no para nada, obedece a una realidad latente y es de política económica de lo que se trata.     
Por el momento tenemos que seguir escuchando esa misma retórica de guerra, aunque ya comienzan a preocuparse algunos aliados del propio Estados Unidos, el caso del ministro alemán de asuntos exteriores, Sigmar Gabriel quien dice sentirse preocupado por el verbo incendiario de Donald Trump.
Aunque la verdad de algo debemos estar plenamente consciente, que los cañones de la guerra en algun momento tendran que sonar porque es la via mas expedita para Estados Unidos salir de la grave crisis que le azota; de igual manera algunas naciones tendrán que permanecer despiertas durante todas las noches, llámese Corea del norte aunque solo tenga un limitado interés estratégico desde el punto de vista geopolítico, o también deberá permanecer con los ojos bien abiertos la República Bolivariana de Venezuela, porque esta, además de su importancia geoestratégica también cuenta con una inmensa cantidad de recursos naturales que pueden salvar a cualquier economía que este al punto de naufragar, bueno solo decimos, no?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario